Los transgénicos, ¡vaya timo!

De un tiempo a esta parte, el poderoso lobby pro industria transgénica está realizando un meticuloso contraataque desinformativo, en un patético intento de darle la vuelta a la tortilla presentando a los productos naturales (es decir, los que toda la vida de Dios han alimentado a la humanidad) como “nocivos” y a los transgénicos prácticamente como la salvación mundial. Suena exagerado, pero es así de esperpéntico.

¡Cuidado! Campo de patatas ecológico, ¡vade retro Satanás! (1)

Algunos, que no enlazaré para no dar publicidad a tamaños trolls de la industria alimentaria, se han atrevido a ir a más y tachar a Greenpeace de ser una “secta religiosa”, “tener intereses políticos” y matar gatitos cada mañana antes de desayunar.

Todos sus argumentos giran en torno a un presunto cientificismo que no es tal, ya que esgrimen siempre los mismos estudios sesgados presentados por empresas implicadas como Monsanto, a quien la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) ya dio un toque por sus irregularidades.

Sin embargo, cuando les muestra estudios contrarios, ay amigo, ¡esos no valen! ¿por qué? Porque no aparecen en los que ellos llaman “publicaciones de impacto”, que son como habrán adivinado, las publicaciones que la misma industria controla. Osea, que según ellos, un estudio con una metodología científica impecable no valen porque no están publicados en la revista “correcta”. Da igual que el estudio tenga datos relevantes, contrastados y sea objetivo, si no está publicado en la revista que ellos digan no vale.

Y como alguien se salte del redil, lo vetamos.

Y esa es toda su argumentación:. Greenpeace es el demonio. Todos los ecologistas son fanáticos que no saben lo que dicen y cualquier estudio que demuestre su peligrosidad no es válido porque quien los hace son gente mala e ignorante. Como por ejemplo este experto en transgénicos de la Comisión Europea, seguramente sea un paleto y tal…

¿Argumentos científicos? Cero. Bueno, sí, los informes de Monsanto son los buenos.

Pero más allá de los potenciales peligros de los transgénicos, lo que salta a la vista es que esto no es un debate científico, ojalá lo fuera. Es una guerra comercial, en línea con lo que está ocurriendo en otros sectores donde unas pocas multinacionales ambicionan monopolizar todo un ramo.

Lo cual es mucho más peligroso aún que los presuntos efectos adversos que podría tener la manipulación genética en la salud de las personas y en la contaminación del medio ambiente en general.

Es una guerra económica, y esto lo tienen muy claro en Francia, que ha pedido a la Unión Europea que prohíba el controvertido producto MON810.

La estrategia de estas empresas productoras es la misma que la de la RIAA y la SGAE, es decir, vivir de los “derechos de autor” (AKA patentes). Su objetivo final no es erradicar el hambre en el mundo. Ojalá fuera eso, pues entonces si se informasen mínimamente descubrirían que ese problema no es de producción de alimentos, sino de distribución y aprovechamiento. o bien de falta de recursos económicos.

 La enorme mayoría de sus 800 millones de víctimas lo son sobre todo porque, ya sea ellas o sus padres o hijos que trabajan, carecen de la posibilidad de obtener alimentos a través del empleo.

Fuente: http://www.fao.org/docrep/x4400s/x4400s11.htm

Pero no es el hambre lo que le preocupa a la industria transgénica, sino los royalties.

Monsanto, gasta cada años millones de euros en pagar a agencias de detectives privados (Pinkerton en Estados Unidos) que emplean métodos mafiosos para perseguir a los agricultores “piratas”.

Fuente: http://maikelnai.elcomercio.es/2008/12/27/monsanto-y-la-policia-de-los-genes/

Política que ha dado resultados escalofriantes, con agricultores arruinados y que incluso provocó una ola de suicidios en India.

Y todo esto sin haber demostrado aún que la tecnología transgénica cumpla lo que promete, al contrario, está creando mayores problemas de los que había, pues la naturaleza no es un ente estático, sino dinámico, y se adapta para sobrevivir.

Publicidad molona de Monsanto. (2)

En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soja transgénica y otras cincuenta mil están gravemente amenazadas. Este pánico se debe a una “mala” hierba que ha decidido oponerse al gigante Monsanto. Esta planta mutante prolifera y desafía al Roundup, el herbicida total a base de glifosato, al que “no se resiste ninguna mala hierba”

Fuente: http://www.rel-uita.org/companias/monsanto/efecto_bumerang_monsanto.htm

Se extiende el supergusano que desarrolló resistencia al maíz transgénico de Monsanto.

Fuente: http://www.meneame.net/story/extiende-supergusano-desarrollo-resistencia-maiz-transgenico-ing

La miel española no se puede exportar a causa de los transgénicos.

Fuente: http://www.meneame.net/story/miel-espanola-no-puede-exportar-causa-transgenicos-cat

Y por suerte, en Francia, que no se han dejado seducir por las multinacionales siendo uno de los países que más defiende su agricultura local, ya han habido sentencias condenatorias.

De hecho creo que la peligrosidad de la industria transgénica, aparte de los efectos que pueda tener sobre la salud humana, es la pérdida de la soberanía alimentaria por parte de los ciudadanos. Que para plantar una semilla debas pagar un canon no tiene sentido, y abre la puerta a usos y abusos que ya estamos padeciendo en el sector de la cultura.

Pero oiga, podemos vivir sin ver  «Spiderman vs Predator»,  «Harry Potter y la Jubilación Dorada» o  «Un travesti manchego en la Guerra Civil»… pero no podemos vivir sin comer.

La tecnología genética es muy joven, faltan estudios a largo plazo para determinar sus efectos en el organismo humano y en el entorno. Los grupos que advierten de estas carencias solo piden una regulación más estricta y que los cultivos estén en ambientes cerrados (invernaderos) para evitar la contaminación de los cultivos tradicionales, ¿es tanto pedir tener un mínimo de precaución como pide la misma Unión Europea en una directiva?

Pero claro, esto impediría las prácticas mafiosas de contaminar otros cultivos y pedir royalties después.

En definitiva:

• Los transgénicos no aportan mejora en la producción a largo plazo, al contrario, las plagas se hacen más resistentes afectando igualmente a las cosechas y lo que es peor, derivando en un problema mayor en las cosechas tradicionales.
• Aunque en Europa es obligatorio el etiquetado de los alimentos modificados genéticamente, esta norma es sistemáticamente saltada a la torera por multinacionales impidiendo así la libre elección del consumidor.  Así tenemos que recurrir a la malvada y sectaria Geenpeace para estar informados de cuales alimentos han sido producidos con esta tecnología en pruebas y cuales no. Es curioso que se resistan a etiquetar los transgénicos, ¿no son tan buenos y seguros? Si lo son los consumidores los comprarían, ¿no?
• El patentado de semillas es un despropósito comparable a las patentes de software, con el agravante de que la monopolización de estas patentes por dos o tres empresas y la sustitución de semillas libres por semillas con copyright hacen peligrar la soberanía alimentaria de países, pueblos y ciudadanos convirtiéndoles en peligrosamente rehenes de sus políticas.
• En la mayoría de países de Europa se cultiva como siempre, es decir, sin transgénicos. ¿Se muere de hambre la gente de estos países? No, al contrario, a menudo hay sobreproducción ergo ya hay métodos eficaces para producir alimentos sin necesidad de usar ingeniería genética.
• Por último la carga de la prueba: Todos los protransgénicos gritan y berrean que los demás tienen que demostrar que sus productos no son dañinos.Señores, seamos serios. Es el que ofrece el “producto milagro” (AKA semillas modificadas genéticamente) los que tienen que demostrar que sus productos son seguros para la salud y el ambiente, no al revés. Y con tantos informes controvertidos, polémicas, prácticas mafiosas y carencias básicas en la metodología de investigación empleadas, aún no lo han demostrado.

Amén que tampoco han demostrado que sea la solución a las plagas, al uso de pesticidas, ni siquiera que mejoren la calidad de la producción. En definitiva, nada de nada.

Los transgénicos, ¡vaya timo!

_____________

Para saber más:

El mundo según Monsanto: http://es.wikipedia.org/wiki/El_mundo_seg%C3%BAn_Monsanto

Food Inc.:http://es.wikipedia.org/wiki/Food,_Inc.

El futuro de la comida: http://es.wikipedia.org/wiki/El_futuro_de_la_comida

Fuentes de las fotos:

(1) http://fincaecologicaelpilon.blogspot.com/

(2) http://www.oldamericancentury.org/ obviamente es una sátira.