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Los movimientos políticos en Italia después de las elecciones

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En el artículo anterior hacía una somera presentación de la trayectoria de Beppe Grillo. En el debate que se generó tanto aquí como en menéame fueron desmontados la mayoría de los bulos que circulan sobre el cómico transformado en político y otros agradecieron un poco de información clara sobre la persona y el personaje. Algunos me pidieron que escribiera más sobre el Movimento 5 Stelle, que quizás emprenda más adelante. Pero hoy me he topado con un excelente artículo en italiano que explica y desgrana con afiladísima inteligencia los acontecimientos en la Italia post-electoral y que puede dilucidar para muchos quién son y como se mueven los políticos italianos. Porque mucho se ha hablado de Grillo, del personaje, pero muy poco de sus propuestas, tanto es así que muchos afirmaban que ni siquiera tenía programa, ni propuestas.

Las tiene.

Y de lo que menos se ha hablado es de «los otros». Es decir, las dos grandes coaliciones que pugnaban (y pugnan) con Grillo en las elecciones. ¿qué sabe el público español de la coalición socialdemócrata, PD? ¿Que saben del PDL más allá de las andanzas erotico festivas de Berlusconi? Poco o nada.

Así, he ocupado el domingo en traducir este excelente artículo del pèriodísta Sergio di Cori Modigliani, lectura muy recomendable para entender qué, quién y cómo de los últimos acontecimientos políticos en Italia. Que ustedes lo disfruten.

Hay quien persigue el consenso y quien practica el disenso. Por lo cual…

Vamos al Sentido de la Política, finalmente.

Porque estas elecciones han aclarado muchas cosas.

Un mojito, —versión de la Liguria— bien ofrecido, es mi cocktail preferido.

Servido, además, con adornos: con tanto de poéticas olivas de la Puglia, verdaderas, aperitivos de pescado frito en salsa sicilana (30% de votos y primer partido), tostadas a la cazadora de puro estilo de Siena (24% de los votos la ciudad, el PD pierde e 14% de los votos y el alcalde saliente tira la toalla mientras la junta entera anuncia que no tiene valor para candidarse a la próximas elecciones municipales de mayo: se retiran) con un toque de piadina marchigiana (de la región de Le Marche, n.d.t.) donde han sido derrotados todos los candidatos dalemianos (apoyados por Massimo D’Alema n.d.t).

Un buen aperitivo, tengo que decirlo.

Porque de aperitivo se trata.

Se está preparando la mesa para el almuerzo.

Y quien habla de «sorpresa» vive fuera de la realidad.

Hay la confirmación de un despertar nacional de las mentes conscientes que anuncian la inminente desaparición de una entera clase dirigente política incapaz (además de gobernar) de pensar, de comprender, de entender qué está pasando.

No se dan cuenta, como de costumbre, de las cosas que suceden a la vista de todos.

Hacen cuentas, se encomiendan a los porcentajes, calculan las pérdidas, piensan que se trate de poner una pieza acá, tapar un agujero por allá, para poder apuntalar el dique que está colapsando.

Se trata de una revolución léxica, esa es la lectura del resultado electoral.

Primero aparece un nuevo lenguaje, gracias al uso de nuevas palabras, nuevos enunciados, y en consecuencia nuevas sinapsis en el cerebro que acabarán por modificar de manera inconcebible el imaginario colectivo de la nación.

Por una revolución cultural, al fin.

Vamos, pues, a las palabras.

Quien sostiene que lo que ha ocurrido es un voto de «protesta» se equivoca de largo: no es así.

El uso de esta definición nace de la manipulación lingüística que intenta desesperadamente aplicar la demagogia y la mistificación para ocultar la realidad.

La diferencia entre los tres flancos salidos de las urnas, PD, PDL y M5S(1) revelan claramente la gigantesca cuenca que separa dos modalidades opuestas de leer la existencia.

Por un lado tenemos los votos al PD (pierde el 30% de su electorado) y el PDL (pierde el 50% de su electorado) pertenecientes ambos a aquello que siempre han perseguido: el consenso. Esto significa que los electores italianos notoriamente temerosos y conservadores prefieren suscribirse a un acuerdo de eutanasia light por miedo, por miedo a lo nuevo, a lo desconocido y se convierten en cómplices declarados de quien ha expoliado y destruido el país. Y es que además lo saben, son conscientes de ello. Tanto es así que en estos días hemos asistido a afirmaciones como «me tapo la nariz y voto al PD», como decir: «se que no funcionan, estoy al tanto de su incompetencia, huelo la peste a podrido pero los voto igualmente». Los del PDL, mitómanos confesos, se han desecho en promesas y sus electores han seguido una fantasía totalmente ciegos a la estafa.

Los votos del M5S, en cambio, no son en absoluto votos ni de protesta, ni mucho menos de esperanza.

La «esperanza» en política es una frustración postergada.

La «protesta» en política es la manifestación de la propia incapacidad de proponer, de la propia declarada impotencia para encontrar o proporcionar solución alguna.

Quien ha votado al M5S pertenece a la categoría de los «realistas discrepantes».

Propuestas realistas dentro de un marco de disociación de la clase política gobernante responsable del colapso italiano actual.

Son votos de disenso (2). Es una opción totalmente distinta.

O séase, son votos de ciudadanos que han decidido y escogido asumir la responsabilidad individual del propio acto cívico aclarando que no pretenden nunca más volver a ser cómplices de una clase dirigente política que no se ocupa del bien común, de los intereses de la colectividad, de las necesidades reales de la nación.

Mientras el PDL (a la compulsiva caza del consenso) alarmaba sobre el peligro de que las izquierdas conquistasen el poder, el PD —a la caza de idéntico consenso— hablaba de renovación presentandose con Rosy Bindy en Calabria, Anna Finocchiaro en Puglia, y los mismos dirigentes políticos del 2012, del 2011, del 2010, del 2009, del 2008 (la misma del 2001 y del 1994) apostando sobre el hecho de que la gente no tiene memoria y dando a entender que vale cualquier argumentación como quiera. Quien les ha votado se ha metido en una arquitectura surrealista, digamos como en aquellas escaleras diseñadas por el gran artista Escher, con plataformas que suben y bajan pero no van a ninguna parte.

Escaleras de Escher

Escaleras de Escher (3)

Consenso y disenso, entonces

Este es el primer resultado diferenciador de las elecciones, nada que ver con «protesta».

Y por tanto el verdadero resultado es más o menos así: por un lado tenemos al 58% de los electores que dan el consenso al sin sentido(4) (por tanto un suicidio declarado y a sabiendas, «una eutanasia soft») y por el otro tenemos al 25% de los italianos que disienten porque han identificado, reconocido, y dolorosamente encontrado la falta absoluta de sentido real de todas las no-propuestas de PD y PDL rechazándolas en su totalidad.

El voto al M5S es el voto de quien quiere recuperar un Sentido, es decir, auspicia que al frente de los bancos vayan expertos en finanzas y no políticos, a dirigir y gestionar los hospitales vayan médicos y dirigentes sanitarios expertos y competentes en vez de funcionarios de partido, y que cada profesión, en cada área, en cada puesto de trabajo, se apliquen los requisitos mínimos y elementales del sentido común: el personal debe ser seleccionado sobre la base de los propios méritos y calidad de las mismas competencias técnicas específicas en lugar de ir por el filtro organizado y gestionado por las secretarías de los partidos. Quien ha votado el M5S pretende y exige que se respete la Ley, que se reconozca el Estado de Derecho aplicando las sanciones correspondientes, que se recupere el delito de estafa contable, porque el Sentido Cívico consiste en promover a quien hace escribir a su contable la verdad de su negocios y castigar a quien declara en falso.

Eso es todo.

No se trata, entonces, de ninguna protesta y sostener eso es desviar la atención.

Si habéis votado al M5S rechazad ser identificados como quien protesta.

Se trata, en todo caso, de una banal tanto como legítima solicitud de reafirmar el Sentido de las cosas. Es un intento extremo de retornar a Italia de una situación de permanente anormalidad a una condición de normalidad, de respeto y aplicación de reglas y leyes, de normas y hábitos aplicables a toda la ciudadanía, con el objetivo declarado de construir una comunidad que se ocupe de administrar, gestionar y de que funcionen los bienes comunes de toda la colectividad: ¿os parece esta una protesta?

A mi no.

A mi me parece una afirmación de principios: la instauración del mérito del Sentido.

El día Martes, 26 de febrero fue crucial, ya que aclara varios aspectos, especialmente el hecho de que NO ES VERDAD que Italia sea ingobernable.

La verdad, hecha evidente por el 25% de los votos al M5S (para esto sirven las elecciones y aquí me dirijo a los abstencionistas) consiste en el hecho de que no es posible, bajo ninguna condición, gobernar como han gobernado hasta ahora: es una perspectiva lingüística totalmente diferente.

Aquí algunos elementos relevantes de las últimas dos jornadas, primero de todos el relativo a una de los grandes asuntos —por no decir «el Asunto» — del que se ha debatido hasta desfallecer en los últimos meses: ¿quién está realmente detrás de Beppe Grillo y Gianroberto Casaleggio? Por fin, ayer, el arcano ha sido desvelado y el misterio resuelto para siempre, espero que definitivamente. Se saben incuso los auténticos nombres de los dos geniales estrategas de la comunicación que (juntos) han decidido y establecido (entre bambalinas) cómo y por qué en las próximas e inminentes elecciones el M5S deba conseguir por lo menos el 52% de los votos válidos. Dada la desconcertante habilidad de ambos gurús, el dato es prácticamente cierto.

Se llaman Silvio Berlusconi y Anna Finocchiaro: ellos son los dos geniales artífices del triunfo electoral, próximo e inminente, que llevará al Movimento 5 Stelle a la inevitable mayoría absoluta. Será gracias a ellos.

Así es como estos dos gurús están lanzando la campaña de primavera:

Martes 26 de febrero, de hecho, a las 10 de la mañana, la senadora Anna Finocchiaro, totalmente indiferente a los resultados electorales, ha declarado orgullosamente: «Dado que el PD es consciente del momento que estamos viviendo y de la absoluta necesidad de garantizar un gobierno estable a la nación, asumimos la grave responsabilidad que deriva de ser la coalición ganadora en el parlamento e inmediatamente ponemos en marcha las consultas iniciales con el fin de lograr un acuerdo para la legislatura. Ya he telefoneado al senador Maurizio Lupi del PDL para que nos reunamos lo antes posible».

A las 10:30 en el segundo canal de la Rai, Fabrizio Cicchitto responde: «Confirmo todo lo que ha dicho la senadora Finocchiaro, hoy mismo nos reuniremos con los colegas del PD porque somos responsables y sentimos como nuestro deber cívico dar a los italianos inmediatamente el gobierno que esperan».

Resultado obtenido por ambos gurús: revuelta interna en ambos partidos.

Y luego Bersani, quien propone abrirse al M5S pero presentándo esa apertura desvergonzadamente como atribución de responsabilidad de la crisis actual al movimiento. En su mente, acostumbrada a los escuálidos pactos tácitos del cenagoso lenguaje político itálico, entendía sin sombra de duda que no había más que pedir a los neo-electos del M5S la cuenta de gastos. Él está acostumbrado a eso y es la única modalidad que conoce. Pensaba que Casaleggio enviaría un fax con los nombres de las fundaciones bancarias de las cuales quería la presidencia, dónde colocar a los neo-electos del movimiento y sobre cuál plataforma económica sentarse en una mesa a negociar. Así que está fuera de juego porque no comprende. Es absolutamente incapaz de entender el Sentido de esta nueva realidad.

Después de tres horas, algunos de estos neo-electos (entrevistados en toda Italia desordenadamente, algunos de los cuales ha explicado que — de momento — hablaban a título personal) han replicado diciendo todos lo mismo: «Nosotros estamos abiertos a votar a quien sea que acoja en su programa de gobierno nuestras propuestas, sin condiciones, o sea una inmediata nueva ley electoral, seguida de la ley sobre conflicto de intereses, una nueva ley anticorrupción, un recorte de parlamentarios, la renta básica universal y la supresión de los costes de la política, esto para empezar».

Pánico y desconcierto entre las filas del PD. Y el gallardo Enrico Letta declara: «respetamos al M5S y tomamos acto de su innegable triunfo electoral; los consideramos interlocutores políticos, pero que quede claro que el PD no permite que nadie dicte su agenda».

Y el audaz Alfano, en el talk show televisivo «Ballarò», osadamente afirma que no hay lío, que no habrá ninguna reunión con el Partido Demócrata, y mucho menos con el M5S. Mientras tanto, desde la dirección del Partido Democrático, Walter Veltroni y Massimo D’Alema se declaran oficialmente «firmemente contrarios a cualquier acuerdo y encuentro con los de M5S».

Beppe Grillo, por su parte, confirma a los periodistas la posición de sus electos: «Nosotros no hacemos ningún pacto con nadie, pero estamos positivamente abiertos y disponibles a votar cada propuesta individual que corresponda con nuestro programa: eso es lo que nos interesa».

Se llega, entonces, al día de hoy. (por el 27 de febrero, n.d.t)

Los brillantes líderes del Partido Demócrata empiezan el día con una complacencia arrogante, señal de una completa falta del Sentido de la realidad. Declaran difusamente que no desean someterse a examen por los integrantes recién elegidos del M5S y le añaden un encargo ineludible (siempre Enrico Letta que apuesta por el bis de Monti): «Si Italia se vuelve ingobernable la responsabilidad sera del M5S que no está dispuesto a un acuerdo previo». Esta frase, digna de un organigrama del Kremlin, traducida sería: «Esos del M5S nos tienen que firmar un cheque en blanco'».

Pero a mitad de la mañana llega Silvio Berlusconi y declara lo siguiente a la buena y seria profesional del Corriere della Sera (edición on-line) Paola Di Caro: «Pasados los primeros días las cosas cambiarán, ahora los del PD se hacen los interesantes, miran a Grillo. Pero no lo conseguirán. Esa es una relación que no se aguanta política ni numericamente. Nos necesitarán a nosotros, llamarán a nuestra puerta. Veréis, vendrán a Canossa… Y os digo lo que creo: no estoy ni siquiera seguro que al final se de el encargo (de gobierno) a Bersani». No está claro si es un auspicio o una amenaza. No importa mucho. Pero en el PDL hay una revuelta interna porque el grupo dirigente no está de acuerdo. Y el Cavaliere, rey de la comunicación polítiquesca italiota, poco después, advertido del levantamiento entre los suyos, no se deja escapar la ocasión y declara: «Si no hay acuerdo, se pongan cómodos. Que hagan lo que quieran, veamos cuanto duran. Yo mientras prepararé mi campaña electoral sobre los temas que interesan a nuestros electores, me siento fenomenal y esta vez jugaría como líder».

Y para concluir, las declaraciones de Beppe Grillo que sostiene: «El M5S votará las leyes que reflejen el propio programa sea quien sea que las proponga… el M5S no dara ningún voto de apoyo ciego al PD ni a otros. Si Bersani quisiera proponer la abolición del financiamiento público a los partidos, votaremos la propuesta sin dudarlo. (el M5S ha renunciado a 100 millones de euros que le corresponderían) y si pone en el calendario la aprobación de la renta básica universal la votaremos apasionadamente».

Esto es lo que está pasando.

Los del PD y los del PDL viven aún en el espacio mental de un mundo sin Sentido. No se dan cuenta, no entienden, no comprenden que las negociaciones no viajan sobre los raíles de presidencias, subsecretariados, gestión de empresas, sino sobre programas y propuestas. Por lo menos no cuando se habla con el M5S, si no no sería tal.

Se trata de una diferencia léxica, por el momento incompatible.

Son software mentales diferentes.

El PD y el PDL buscan acuerdo «consenso» identificado en gestiones asociativas privadas y personales de los bienes comunes y de los recursos de la colectividad. Es decir, como siempre.

Los de M5S buscan el acuerdo y están listos para el diálogo, la confrontación, y una plataforma de gobierno, sobre la base de la «disidencia»; identificada como la gestión pública de los recursos que se ponen a disposición de la colectividad. La esencia del disenso (5) es una ruptura con los precedentes fallidos que han durado veinte años, para dar muestra de una señal de discontinuidad en el trabajo parlamentario.

Es otro mundo gramatical. Es una ordenación diferente de las ideas.

De momento, pues, el PD y el PDL demuestran  no querer ningún cambio, ninguna reforma, ningún acuerdo, y de no ser capaces de saber o poder acoger ninguna de las propuestas llevadas a cabo por el M5S que obtuvo el voto de 8.800.000 ciudadanos.

Para ellos esas voces no valen nada.

Personalmente aconsejo a los neo-electos de armarse de toda la paciencia necesaria y no dejarse intimidar, de comprender que los mismos interlocutores no tienen sentido de la realidad, y por tanto hay que explicarles cómo son las cosas, como se hace a los niños pequeños o a los tarados. Quizás los del PD entenderán que ha llegado el momento de escuchar a la nación, las peticiones de los ciudadanos, las necesidades colectivas y se decidan a lanzar un programa que acoja los puntos por los que ha votado el 25% de los italianos.

Como destacaba el periodista Andrea Scanzi, de Il Fatto Quotidiano, dirigiéndose a los neo-electos: «D’Alema y Veltroni son contrarios a un diálogo con Grillo. Esa es la confirmación de que es el único camino posible. Probadlo». (al margen: en el PD aún tienen a Veltroni y D’Alema que dictan la línea a seguir. O solo pontifican. Se han tirado «a bomba» hacia el propio abismo).

Entonces, aún no han entendido que esto es solo el aperitivo, un buen mojito entre amigos.

Así veo yo la cosa hoy.

¿Y vosotros?

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(1) Partito Democrático, Popolo della Libertà y Movimento 5 Stelle respectivamente.
(2) Dis-senso en el original. El autor hace un juego con la palabra dissenso, separándola para remarcar senso, sentido. (n.d.t)
(3) Fuente: http://es.dreamstime.com/imagen-de-archivo-libre-de-regal%C3%ADas-escaleras-de-escher-image6306396
(4) «consenso al non-Senso» en el original. de nuevo juego de palabras.
(5) «dis-Senso»en el original, de nuevo haciendo un juego de palabras para hacer incapié en el Sentido (de las cosas).

Written by ailian

3 marzo 2013 at 9:11 pm